A los 27 años, y tras un largo tiempo de meditación, Guillermo Coria decidió retirarse del tenis profesional. “Ya no sentía ganas de competir. He tomado la decisión de que no voy a volver a jugar. Lo venía pensando hace varios meses. Ya en Tailandia me di cuenta de que me costaba viajar, no sólo era el saque”, declaró el willy. Además dijo, “Estoy muy feliz con la decisión que tomé ya que tengo nuevos proyectos y podré estar más tiempo con mi familia”.
En su corta carrera cosechó 9 títulos. El primero fué en el 2001, en Viña del Mar ganandole la final a Gastón Gaudio.
Ya en 2003 se adjudicó su primer Master Series, el de Hamburgo, venciendo en la final a otro argentino, Agustín Calleri. Ese mismo año se alzó con Stuttgart, Kitzbuhël, Sopot (estos tres de forma consecutiva) y Basilea. Consiguiendo entrar a la Copa Master.
El 2004, sin ninguna duda, marcó un antes y un después en la carrera del mago. Obtuvo el título en Buenos Aires, en el Master Series de Monte Carlo y nuevamente en Hamburgo.
Con estos palmáres llegó a Roland Garros, donde perdió una final increible y que será recordada por todos. Se había llevado los dos primeros sets por 6-0 y 6-3 y todo parecia encaminado a conseguir el trofeo, pero los problemas físicos le jugaron una mala pasada y el partido se estiró hasta un quinto set, quedando en manos de Gaudio el tercero y cuarto por 6-4 y 6-1. En el 6-5 del parcial definitivo, el willy tuvo dos match point que no pudo convertir y eso lo desmoronó anímicamente. El gato no dejó pasar sus chances y lo cerró cn un 8-6 para quedarse con el grand slam más ansiado por todos los argentinos. En este mismo año, alcanzó su mejor ranking, llegó a estar número 3 del mundo, lugar al que solo llegaron él, David Nalbandian y Guillermo Vilas.
El 2005 lo tuvo en los primeros planos, especialmente en polvo de ladrillo, pero tuvo la mala fortuna que se interpuso en su camino, el rey de esta superficie, Rafael Nadal, quien le ganó en la final de Monte Carlo y en la final del Master de Roma, en otro de los partidos que quedarán grabados a fuego en el santafesino, que cuando le preguntaron sobre los partidos inolvidables de su carrera, dijo: "La final de Roma con Nadal (2005) y el partido de Roland Garros con Agassi fueron mis dos mejores partidos en el circuito". Además ese año consiguió su último campeonato, fue en Umag, venciendo en a final a Carlos Moyá.
Del 2006 en adelante, mejor ni recordar, comenzó con los problemas, las famosas "dobles faltas", las molestias en la espalda.
De ahí en adelante, nunca pudo volver, eran solo intentos esporádicos que no dieron ningún fruto.
Su último partido en el circuito fué este año, en el challenger de Bangkok, donde cayó frente al israelí Harel Levy por 6-3, 6-2.
Desde este lado, solamente nos queda agradecerle al señor Guillermo Coria, por el tenis que nos brindó durante su corta carrera y decirle adiós y nuevamente, gracias.
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